Las tecnologías de procesamiento del lenguaje natural (NLP) tienen unos pocos años de vida y apenas estamos empezando a descubrir lo que podemos hacer con ellas. Es la puerta al SEO semántico. Un ejemplo muy práctico es el que mostraba Iñaki Huerta en twitter. Al buscar en Google “desaguar lavavajillas Bosch” se encontró con un vídeo y el marcador de los segundos concretos en los que se encuentra la respuesta a la intención de búsqueda.
Y es que en ahí está la clave, en la intencionalidad de la búsqueda. ¿Qué estoy buscando cuando escribo “Restaurante” en Google? ¿Y cuando busco “SEO”? La semántica nos permite no solo trabajar con conceptos por relevancia, donde ha estado trabajando el SEO hasta ahora, sino con su contexto completo. ¿Qué diferencia existe entre buscar Monedero y Monedero? Solo el contexto, nuestro historial de búsquedas puede serlo, nos dirá si hablamos del político o de la cartera.
Permitidme nutrirme una vez más de Iñaki Huerta, y de esta presentación magistral, del que he tomado los dos ejemplos anteriores. ¿Qué intención tiene la búsqueda “Restaurante” realizada desde Palma de Mallorca?
¿Y si buscamos SEO?
¿Y cómo afecta la intencionalidad de búsqueda al trabajo de definición de Keywords objetivo en nuestras estrategias de posicionamiento en buscadores? Es evidente que trabajar sobre intenciones de búsqueda nos lleva a considerar lo siguiente:
Esta reflexión nos lleva a algunas derivadas interesantes que trataremos más adelante: qué implicaciones tiene el grafo semántico, cómo los contenidos de mi página responden a esos grafos y sus equivalencias, cómo los enlazados internos se adecúan a los contextos semánticos de mis contenidos…
Y tú, ¿en qué basas tus keywords research?