Se aplican técnicas automatizadas de marketing de manera que generamos una relación con el cliente, llegando a entender el comportamiento del usuario con nuestra marca desde el momento de la compra. Con esta estrategia se pretende retener a los clientes para que vuelvan a comprar, creando una relación duradera.
La clave está en mostrar preocupación por las necesidades del cliente, premiar su confianza con tarjetas de fidelización, preocupándonos por que la compra realizada en nuestro e-commerce se ajuste a lo que busca y necesita. Es decir, demostrarle que todo lo que esperaba se ha cumplido.
También debemos mostrar una imagen de marca que se ajuste a sus intereses personales, de forma que se sienta conectado con nosotros, mantener un contacto asiduo a través de las redes sociales o del envío de newsletter, de manera que entienda que estamos ahí para él, que puede contar con nosotros y que puede confiar en nosotros después de la compra.
Debemos promover la compra de productos fuera de temporada, trabajar productos relacionados o productos de merchandising, haciendo que el cliente vea que tenemos otros productos que pueden interesarle, porque ya conocemos sus necesidades.
Una vez que conseguimos que se sienta familiarizado con todos nuestros productos y con nuestro comportamiento, conseguiremos que el cliente se quede satisfecho no sólo con el producto en sí, si no con el servicio y la atención mostrada, de manera que vuelva a comprar algo en nuestra tienda o, aún mejor, la recomienden a amigos y conocidos.
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