El funnel es el embudo de conversión, es decir, el proceso por el que el que un consumidor pasa desde el momento en el que decide su compra, hasta que la realiza. Se llama embudo de conversión debido a que si lo viéramos de forma gráfica, observaríamos cómo su evolución pasa de la opción más amplia hasta la opción más concreta, que es la conversión (compra).
El diseño de una web influye mucho en este proceso. Existen cuatro pasos que debemos tener en cuenta:
- Atraer con un simple vistazo: debemos conseguir que el usuario, nada más entrar en la web, ya se sienta atraído por ella, le genere una buena primera impresión de la web.
- Menos es más: No debemos recargar las páginas con información, pues el usuario se saturará y abandonará nuestra web. Una lectura sencilla, clara y agradable y una navegación simple son las mejores opciones para que el usuario se sienta cómodo en la web. Elimina distracciones y facilítale la compra en sencillos pasos.
- El blanco es tu aliado: deja espacios en blanco alrededor de los elementos que más quieras que destaquen, y conseguirás atraer la atención de forma realmente efectiva.
- Organiza tu web por módulos: de esta manera facilitarás la navegación por la web, de forma que ampliarán su interacción en la web.Añade pequeños detalles: incluye microinteracciones que faciliten la navegación al usuario: botones de “me gusta”, autocorrector, alguna sutil animación…
