Una landing page es una página de aterrizaje, aquella página a la que llega un usuario al hacer clic en un banner, enlace, anuncio… Una vez que tenemos al usuario dentro de nuestra web, queremos que no sólo sea un visitante, sino que se convierta en un lead. Para ello, debemos diseñar una landing page atractiva, que haga que el usuario se sienta cómodo para que se lance a rellenar un formulario y recibir a cambio las ofertas, promociones o servicios exclusivos para él.
Una vez que el usuario entra en una landing page y se registra en un formulario, automáticamente se le deriva a una página de “Gracias” que contendrá la descarga de lo que se le ha ofrecido. De esta forma, el visitante se convierte en un lead perfecto.
Con cada descarga obtenemos información de cada uno de los usuarios, que nos permitirá incluirlo en nuestra lista de contactos para enviarle información personalizada e influir en su decisión de compra.
Existen dos categorías que tenemos que tener en cuenta a la hora de crear una landing page, ya que aunque todas suelen ser similares, se pueden diferenciar en dos tipos, según la manera en la que el usuario aterriza en ella.
Ambas deben tener la suficiente información de la empresa para que los usuarios se sientan cómodos al dar sus datos, y, sobre todo, en ambas debe haber un botón de consentimiento explícito para recibir información comercial, por ley, así que ¡Asegúrate de ponerlo muy claro en tu landing page!
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